domingo, 6 de mayo de 2012

Jaulas de cristal

Un mes. Encerrado durante un mes. Esta pequeña celda de cristal  solo hace que recordarme viejos fragmentos de mi juventud. Yo antes vivía aquí, con apenas unos meses yo recorría todas las esquinas de mi este pequeño hogar. Mis primeras mudas fueron cambiadas ahí, mis amigos los pinkies, que grandes fiestas. Mi hogar mi dulce y pequeño hogar, con su jardín, su cabaña de piedra, su calavera, sus arboles. Mucho me divertí en el, pero aunque la familia nun creció, crecí yo y cual cangrejo ermitaño me pusieron en otro caparazón, mas grande, mas hermoso, mas de todo. En el crecía una nueva y mas fuerte vegetacion, nuevos arboles y nuevos escondites, mas iluminado con mucho mas frió en invierno y algo mas de calor en verano.... ideal. Precioso los atardeceres cubiertos de niebla y cautivadores los amaneceres rojos, era feliz muy feliz.
Un mes, hace un mes que cambie, me cambiaron a mi antiguo hogar. Dormir, comer y bañarme, era esa la rutina semana tras semana, ya sin paseos, sin los amananeceres mágicos y los atardeceres místicos. No sabia porque de esa decisión. Se rumoreaba, que un dragón vendría a ampliar la familia, ¡que cabrón! No, no seáis mal pensados, me da igual que venga un dragón, pero que, hablando en plata "vayan pa su puta casa" y dejen la mía. No es que sea desagradecido, ni mucho menos, ni tan siquiera estoy incomodo en mi antigua casa, simplemente echo de menos mi hogar, mi territorio.
Al fin me han devuelto a mi hogar. Un hogar restaurado, mas confortable, mas interesante, mas rutisco igual de mágico, igual de acojedor.

En cuanto al Dragón? Si los dragones si existen y puede que sea mi nuevo familiar, mi nuevo amigo de aventuras

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