jueves, 8 de septiembre de 2011

Camino a seguir

Atrás he dejado mi infancia, una infancia que nunca olvidare, de la cual he aprendido mucho y de la que saco provecho en el presente y sacaré progreso en el futuro. Ya estaba confirmado y al fin veo, lo veo. Esta semana es un día triste y a la vez alegre. Ya soy un ser adulto y ansío más espacio. Vuelvo a cambiar de casa, que no de hogar. Esta será mi cuarta casa y mi tercer  hogar. Hace más de un año que he venido a vivir aquí. No era más grande que un gusano, pues apenas vine con tres meses. Estaba todo el día enterrado, por miedo a todo. Comía rápido y me enterraba, me daban pánico los humanos, que me cogieran, que me tocarán. Pase un invierno difícil, pues no estaba acostumbrado al frío de esta zona. Sin apetito me pasaba los días medio invernando, esperando a que llegaran unas temperaturas más cálidas, donde mi apetito y mi actividad volvieran a resurgir. Semanas seguidas sin comer me devilitaron en exceso, pero aun así no encontraba las fuerzas ni las ganas de comer. Un día llego el gran sol Rojo y con el, el calor. Calor sinónimo de actividad, sinónimo de hambre..... mucha hambre. Era el momento que mi metabolismo esperaba. Comer y crecer, ser un gran depredador antes de una pequeña presa. duro poco el gran sol Rojo, aunque ya no lo necesitaba, ya había encontrado mi energía, esa fuerza tan necesaria para ser el gran cazador que devía ser. Comí, descanse, reptaba de un lado para otro y volvía a comer. Me encanta comer y en consecuencia no paraba de crecer. Quería comer más y presas más grandes. Eran todo un reto para mi. El poder cazarlas, el poder comerlas. Hace poco he vuelto a mudar otra vez más, se que será la última vez que mudare en mi antigua casa. todo está preparado, la mudanza será inminente. La veo y ansío disfrutarla..... La disfrutaré no solamente como un simple avance de mi evolución.

No hay comentarios: